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Cómo hacer cine en época de pandemia y no fracasar en el intento

Por Margareth Sánchez Melo

6 mayo, 2020

David Useche, director de Inmóvil, explica cómo rodó en cuarentena el corto que hace parte de la selección del Stop Virus Film Festival.

Will Gompertz, editor de artes de la BBC, en su artículo ¿Podrán recuperarse los cines y teatros?, afirma que en el “futuro después de la pandemia”, los productores de espectáculos y creativos del gremio artístico, enfrentarán el gran reto de crear sus obras con equipos reducidos, debido a las medidas sanitarias que se tomarán para evitar las aglomeraciones. 

Pero si el desafío de producir eventos y audiovisuales en una época postdistanciamiento parece enorme, la producción de contenido audiovisual en aislamiento social es una proeza aún más complicada. Trabajar en equipo sin la posibilidad de reunirse presencialmente, ni desplazarse a diferentes locaciones para grabar, parece una desventaja. 

Sin embargo, para Andrés Useche, artista formador del programa Crea del Instituto Distrital de las Artes – Idartes, este no fue un problema. Todo lo contrario, fue la oportunidad ideal para abordar la creación audiovisual desde otra perspectiva. De esa manera, ideó la forma para, no sólo enamorar a sus estudiantes de este arte, sino para rodar junto a ellos un cortometraje sin salir de sus hogares y así mantenerse a salvo. 

La estrategia de Useche fue tan eficaz, que el cortometraje Inmóvil de dos minutos de duración, fue seleccionado entre cientos cortometrajes provenientes de todas las latitudes del planeta y, ahora hace parte de la selección oficial del Stop Virus Film Festival.

¿Cómo lo logró? en conversación con Idartes, David Useche reveló cuáles fueron los ingredientes que le dieron a su fórmula el toque ganador.

Ingrediente uno: romper el hielo

Tan solo dos sesiones después de iniciar el taller audiovisual en el Crea Roma de la localidad de Kennedy, y ante las medidas decretadas por el Gobierno Distrital para atender la crisis sanitaria,  David se vio obligado a continuar con las clases de manera virtual.

Así que, como él mismo explica, tuvo que conocer y acercarse a los integrantes del componente Manos a la obra de manera digital e “inventarse” estrategias pedagógicas para que los jóvenes se enamoraran del proyecto y asumieran el reto de crear en sus casas, sin acceso a los equipos y herramientas tecnológicas con las que generalmente se asocia la producción audiovisual.

“Me preguntaba: cómo hacemos para que estos niños entiendan cómo funciona lo audiovisual sin necesidad de estar en un sitio específico con cámaras y quitar ese imaginario de que, para poder hacer el trabajo, se necesitan equipos y herramientas”, explica Useche, para quien el acceso a las herramientas técnicas y tecnológicas no es lo primordial en la creación artística.

Así que, inicialmente el artista formador creó un programa “con estilo youtuber para poder entrenarlos en cuestiones técnicas, para que me vieran en cámara, supieran quién soy yo, y además tuvieran ese material en lenguaje juvenil y se engancharan”, explica David.

Al parecer la táctica resultó tan efectiva que cuando el artista formador les preguntó si estaban interesados en participar en el Stop Virus Film Festival, el grupo de jóvenes, aceptó unánimemente. 

Ingrediente dos: no temerle al reloj

David Useche, también hace parte de la comisión de festivales del área de audiovisuales, en la que buscan espacios de difusión para las realizaciones del programa Crea. Fue así como el artista formador, encontró la convocatoria para el Stop Virus Film Festival, un certamen para cineastas de cualquier nacionalidad, que se encontraran en cuarentena o confinamiento.

Sin embargo, el festival que buscaba promover la cultura y la creatividad de los artistas independientes, cerraba inscripciones menos de una semana después de que Useche se enterara de la convocatoria. 

“Les dije: tenemos seis días, es una tarea maratónica. ¿Será que lo logramos? ¡Es casi imposible! Y todos me dijeron que sí”, recuerda David. 

Ingrediente tres: conocer al contrincante

Con el pleno conocimiento de a qué tipo de festival estaba dirigido el producto, David Useche decidió que lo mejor era realizar un cortometraje que “tuviese un concepto central y que cada cosa hecha en la casa de los niños aportara a ese concepto”. Para ello, les envío un referente audiovisual y les pidió que escribieran un poema. Esa misma noche, dos de los integrantes del componente Manos a la Obra del Crea Roma, tenían listos los versos.

Posteriormente, luego de elegir el texto más apto, el equipo se reunió y en tan sólo tres horas crearon el guión técnico, “que en audiovisual es el proceso en el cual uno pone los tipos de plano que deben ir”, explica el artista formador.

En esa misma reunión, cuyo tiempo aún no se explican cómo alcanzó para tanto, asignaron los roles que cada uno encarnaría en la producción audiovisual.

Ingrediente cuatro: trabajar en familia

Pasar tiempo de calidad en familia podría ser una de las ventajas de hacer proyectos artísticos en época de cuarentena. Por ejemplo, David cuenta que en el caso específico del rodaje de Inmóvil tuvo que explicarles los temas técnicos no solo a sus alumnos, sino a sus familiares también.

“Lo trabajos tenían que hacerlos con las familias, porque si tenían que hacer el plano donde salía el niño o la niña, obviamente tenía que grabarlo un familiar”, comenta Useche, quien además explica que todas las indicaciones las dio vía telefónica y que revisaba los planos a través de fotografías que le enviaban vía WhatsApp.

Los resultados fueron asombrosos. Las parientes se vincularon tan activamente al proyecto, que algunos planos excepcionales fueron realizados por ellos. Por ejemplo, según comenta David Useche, “El plano del niño que está escuchando con los audífonos, que es virtuosísimo, lo hizo la mamá”.

Ingrediente cinco: recibir todo y “mezclar”

Un día antes del cierre de la convocatoria, David recibió todo el material y empezó a editar. Una labor maratónica si se tienen en cuenta las labores derivadas de este proceso.

Inicialmente entre dos opciones, una femenina y una masculina, el también director del cortometraje Inmóvil, seleccionó la voz en off que acompañaría las imágenes. “Opté por la del muchacho porque el narrador es el guionista y no quería aparecer en cámara y porque dentro del texto decía: ‘me lavo los dientes’ y la que se lava los dientes es una niña, y eso da una sensación de que nos está pasando a todos”, indica.

Acto seguido, compuso la música. Para ello, interpretó algunos instrumentos mientras veía el cortometraje y tomó varias decisiones creativas durante el proceso.

Por ejemplo, inspirado en Chernóbil, “hice un efecto de procesamiento para que se generara esa vibración constante que está de fondo. Esa convención en el cine se usa en ese tipo de productos porque inconscientemente da la sensación que en el exterior hay algo que está pasando y que está tenso”, explica.

En resumen, el proceso de edición para llegar al producto final que hoy está en la plataforma del Stop Virus Film Festival, terminó el domingo 22 de abril a las cinco de la mañana, es decir, tan sólo 19 horas antes del cierre de la convocatoria.

Ingrediente seis: esperar lo inesperado

Cuando David Useche fue a realizar la inscripción al festival, se dio cuenta que junto al producto audiovisual, debía entregar un afiche, un banner, fotos, sinopsis… entonces en esa madrugada, con el cansancio a cuestas y el tiempo en su contra, tuvo que trabajar junto a su equipo para terminar esos pormenores.

Ingrediente siete: lo importante no es llegar a la meta, sino disfrutar el camino

Antes de conocer los resultados, David le había dicho a su equipo que, independientemente de lo que sucediera con el cortometraje, el hecho de haber culminado satisfactoriamente la titánica labor de hacer un producto audiovisual de dos minutos de duración, en tan sólo seis días y en medio de la situación social actual, era ya de por sí un logro.

“Ya lograrlo y que jurados en el otro lado del mundo lo vieran, es ya un logro. Eso es para que ustedes entiendan que si hacen las cosas bien, Reino Unido queda aquí no más”, les dijo Useche.

Ingrediente ocho: una pizca de triunfo

El Stop Virus Film Festival seleccionó solamente 100 productos de los cientos que recibió de todas partes del mundo, y para sorpresa del componente Manos a la Obra del Crea Roma, el cortometraje Inmóvil fue uno de ellos.

Cuando se enteró la noticia, una de las integrantes del grupo, afirmó que “no me imaginé que yo podría hacer algo chévere y no me imaginé que mi trabajo podría estar al otro lado del mundo”. Así, la joven confirmó lo que decía Useche días atrás; si las cosas se hacen bien, las distancias físicas no existen.

Ingrediente nueve: saborear la victoria

El equipo realizador de Inmóvil estará el próximo miércoles seis de mayo, en un Facebook Live a través de las redes sociales del programa Crea , respondiendo las dudas de los asistentes sobre esta producción audiovisual.

El evento, hace parte de la estrategia de promoción del cortometraje.

Y finalmente, el ingrediente diez: siempre mirar al futuro

Los integrantes del componente Manos a la Obra del Crea Roma, ya tienen en la mira su próximo proyecto audiovisual: una comedia romántica para adolescentes. Actualmente se encuentran realizando un estado del arte en el que han compilado y revisado algunas producciones de este tipo y que pueden servirles como referente.

Igualmente, a través del aula virtual creaencasa.idartes.gov.co, continúan su proceso de formación en el lenguaje audiovisual.

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