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De las calles a las galerías; el viaje de Jerson Murillo

Por Margareth Sánchez Melo

29 julio, 2020

Esta es la historia de un artista que gracias al programa Crea, se alejó de la violencia que se vive en las calles de Ciudad Bolívar

Por: Margareth Sánchez Melo

“Yo me inicié en el arte con una historia muy triste. A un amigo lo asesinaron en una riña por problemas de drogas y yo me dije: ‘tal vez mañana yo sea el siguiente’”, cuenta Jerson Murillo, un artista plástico bogotano que con apenas 20 años ha trabajado con grandes maestros del arte contemporáneo latinoamericano como Mario Opazo, Luisa Roa Franco, Juliana Toledo, entre otros.

Jerson, residente de la localidad de Ciudad Bolívar, se formó en el Crea Meissen, uno de los 20 centros de formación en los que el Instituto Distrital de las Artes – Idartes atiende a la población en 18 localidades de Bogotá. Allí llegó en 2016 gracias a dos grandes motivaciones; la primera, tenía que ver con el deseo de aprender música y la segunda, con la idea de pasar más tiempo junto a su gran amigo Juan Manuel Barragán, quien  tomaba clases  en este centro de formación.

Sin embargo, no había cupos en los grupos de música, así que Jerson decidió tomar clases de artes plásticas y aunque al principio no estaba muy seguro, con el tiempo se fue enamorando de este lenguaje artístico.

“Fue muy duro cuando empecé. Los primeros meses quería cambiarme a música. Después vi que en artes plásticas hay gente muy buena que puede aportar mucho, entonces por eso tomé la responsabilidad de estar allí”, recuerda Murillo.

Ingresar al programa de formación le abrió a Jerson un abanico de oportunidades que trascendían lo artístico. “Me acerqué al Crea por pasar más tiempo con él (su amigo Juan Manuel Barragán) pero luego yo dije: ‘la situación es para mí y quiero lo mejor para mí’. No importa la manera como sea que los niños conozcan estos espacios porque esto hace que conozcan nuevas oportunidades”, destaca el joven.

Y es que después de casi cuatro años en el Crea Meissen, Jerson ha alcanzado varios logros en el ámbito artístico. Con su obra Je Suis Z19, expuso en ArtBo Tutor 2019, una iniciativa de la Feria Internacional de Arte de Bogotá que tiene el interés de apoyar el desarrollo de la escena artística local. También ganó la Beca para proyectos de creación Crea del Programa Distrital de Estímulos en el año 2019 con su libro Jaetzön (Personal Collection). Ha realizado además ‘remixes’, como él los llama, de obras de grandes artistas latinoamericanos y actualmente, se encuentra cursando su primer semestre del pregrado en artes plásticas, de la Universidad Nacional de Colombia.

“ArtBo Tutor fue una responsabilidad grande porque yo no había salido del colegio y era el más joven del grupo”, recuerda Jerson. Su performance Je Suis Z19, consistía en una serigrafía comestible elaborada a partir de obleas, mientras al fondo se exponían una serie de ilustraciones digitales de lugares estratégicos de la localidad de Ciudad Bolívar. Este proyecto hizo parte de la exposición La mirada del visitante, que mostró los resultados de los estudiantes de ArtBo Tutor de 2019.

Je Suis Z19  es una colección de infografías/cartografías, del barrio, de Ciudad Bolívar que hice en sesiones del Crea Meissen. Eran tres, la primera era de lugares donde el ejército recluta más gente (…) La siguiente era una infografía de los lugares donde se puede comer mejor en Ciudad Bolívar, pero como la gente cree que es una localidad insegura, no va (…) Y la otra cartografía es más triste porque muestra los lugares más inseguros. Esas cartografías las puse en unos mapas que luego digitalicé y los convertí en plantillas para imprimir obleas que se pueden comer con salsa de mora y salsa de maracuyá”, explica el artista.

Para Jerson, su obra “es la evidencia de que el arte sirve para algo”, por ello sus cartografías, además de ser expuestas en la Feria Internacional de Arte de Bogotá de 2019, se dispusieron también en lugares estratégicos de la localidad de Ciudad Bolívar.

Igualmente, con su primer proyecto editorial en solitario Jaetzön (Personal Collection), el artista buscaba desmitificar y cuestionar los imaginarios sobre cómo es la vida en la localidad número 19 de Bogotá a través de su propia visión del paso de la juventud a la adultez.

Este libro, ganador de la Beca para proyectos de creación Crea del Programa Distrital de Estímulos de 2019, contiene 12 Historias ilustradas que comenzaron en 2018, inicialmente, como una colección de postales sobre los lugares que marcaron la vida del autor, luego mutó a un fanzine y finalmente se convirtió en lo que Jerson define como “una colección de experiencias que veo más como una historia sobre el hecho de crecer en Ciudad Bolívar, más que mi propia historia”.

Cuando culminó el proceso de creación de Jaetzön (Personal Collection), el artista retomó una de sus grandes pasiones: la música, y así dio vida a Jerson Murillo Remix, una serie de actualizaciones de las obras plásticas de grandes artistas del arte latinoamericano.

“Yo crecí escuchando música electrónica, entonces quería hacer un álbum de remixes. Así que seleccioné artistas que me han impactado y que en el proceso me han inspirado para hacer remixes plásticos (…) Hice remixes para Alexis Ossa, Óscar Nossa, Juliana Toledo, Luisa Roa, Silvana Fajardo, Mario Opazo…”, explica Murillo.

Y es que precisamente el reconocido artista chileno Mario Opazo, fue el encargado de evaluar la prueba específica que Jerson Murillo presentó como parte del examen de admisión a artes plásticas de la Universidad Nacional de Colombia, una de las pruebas más importantes que el joven ha presentado.

“Me puse a pensar que si pasaba esa prueba podía salvarme del Ejército y graduarme del colegio bien y podía hacer las cosas mejor”, recuerda Murillo.

El reto no fue fácil, Jerson no sólo había tenido dificultades económicas para pagar el examen de admisión, sino que presentó la prueba específica junto a 90 jóvenes más, que como él, estaban ansiosos por ingresar a una universidad pública.

“Le doy gracias a la gente del Crea Meissen porque yo no tenía plata para el examen y mucha gente me colaboró. Ellos juntaron dinero y me ayudaron, entonces doy gracias por eso. El primer examen que es como un Icfes, fue muy duro porque hay una brecha muy grande en la educación y en el examen específico yo veía que los otros aspirantes eran muy talentosos y hacían cosas muy buenas”, recuerda Murillo.

Esta última prueba consistía en hacer un ejercicio plástico relacionando un alimento con el lugar en donde se vivía, un tema que Jerson había trabajado en obras anteriores. “Lo que yo hice fue un pan hojaldrado con el periódico el Q’ Hubo. En mi barrio cuando matan a alguien, pasa ese periódico y hay épocas donde ese periódico pasa seguido, entonces es como el pan de cada día”, cuenta el joven.

La obra fue elogiada por Opazo y los buenos resultados de la prueba se evidenciaron en que Jerson Murillo fue aceptado en el programa de artes plásticas de la Universidad Nacional de Colombia.

“De mi colegio, yo fui el primero en 30 años en pasar a la Universidad Nacional”, comenta Jerson, quien además se había hecho una promesa a sí mismo: “si no pasaba a una universidad pública, tenía que irme al Ejército. En Ciudad Bolívar es muy duro lo del reclutamiento forzado, eso es una cosa muy dura y triste, entonces dije: ‘tengo que esforzarme y hacer las cosas bien’”.

Ahora, en su primer semestre como estudiante universitario, recuerda las buenas decisiones que tomó y que lo guiaron para estar allí. Además agradece infinitamente la educación artística que recibió en el Centro de Formación Crea de su localidad, sin la cual nada de esto sería posible.

“Yo nunca tomé clase de artes particulares, todo lo aprendí en el Crea, al gratín. Gracias a Dios no tuve que gastar plata para aprender artes (…) Crea me salvó del ejército. Yo veía a mis compañeros del colegio y estaban luchándola y yo decía: ‘Tengo que buscar una mejor calidad de vida, no quiero estar ahí, no quiero seguir la misma dinámica de cosas que pasan en Ciudad Bolívar’. Yo tenía que alejarme de la violencia del barrio porque yo hace cinco años cuando estaba en las calles, me tocaba darle duro y quería cambiar mi vida”, dice Jerson.

El arte, más que una disciplina, un salvavidas

Ingresar al Programa Crea no solamente le dio a Murillo la oportunidad de acercarse al lenguaje artístico, sino que le brindó herramientas para imaginar y construir un proyecto de vida en el que ha descubierto el poder que tienen el arte y la cultura para transformar realidades y para aportar a la construcción de una mejor ciudad. 

“Desde que estoy en el Crea y hago arte; me divierto y tomé el reto y me esfuerzo. Ahora están las cosas mucho mejor (…) el arte a uno le da otras oportunidades y otras herramientas”, sentencia el joven artista.

Finalmente Murillo declara su afecto hacia estos centros de formación del Instituto Distrital de las Artes – Idartes. “El Crea es una institución muy bacana, un espacio muy bueno donde los jóvenes pueden experimentar ciertas dinámicas artísticas (…) El Crea es mi primer amor, antes que el colegio o la universidad, es el lugar donde siempre me han apoyado, por eso siempre digo que es mi primer amor”, afirma.

Aunque Jerson se sigue considerando un hombre de barrio, a futuro quiere que su obra tenga un impacto social relevante e inspire a muchos jóvenes como él.

“Yo sigo teniendo el conocimiento de calle, pero también pienso que quiero ser un artista que signifique algo para el barrio, yo quiero ser un reportero y hacer una obra que ayude a mi barrio y que contribuya a la construcción de memoria histórica y a la construcción de paz, yo quiero hacer las cosas bien”, puntualiza.

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