Diálogos desde la Ventana

Diálogos desde la ventana nace con la intención de crear un escenario o cartografía virtual que se construye de manera permanente con intervenciones, acciones o piezas artísticas que usen la ventana como materia para propiciar un diálogo entre el espacio íntimo y el “exterior”, el vecino, el transeúnte y el paisaje. La iniciativa se origina en medio del confinamiento como una oportunidad para movilizar prácticas artísticas de artistas y no artistas, encontrando en la ventana, el lugar que daría vida a ese intersticio para la creación, como espacio de reflexión, pensamiento, expresión sensible, intercambio y apropiación. La cuarentena apareció como excusa para la emergencia de esta cartografía, sin embargo, es una apuesta que permanece y crece con sus participaciones.

Diálogos desde la ventana se manifiesta en una cartografía articulada al mapa de Google e intervenida con las acciones y piezas artísticas que llegan de cualquier lugar del mundo. Aquí, a los íconos que nos muestran restaurantes, aeropuertos, centro de salud o de comercio, se suman los marcadores de ventanas, que localizan el lugar y el barrio donde se realizó cada apuesta. El estrato del mapa digital es una representación de las características geográficas y geopolíticas de la manera en la que se divide el planeta en países, estados, ciudades y veredas. A esta representación a escala del mundo, las ventanas como escenario y metáfora, añaden otro elemento para dibujar y leer el territorio. Al igual que la microhistoria nos deja ver las eras a través de los acontecimientos de  la vida de sujetos particulares, las ventanas se abren  para reconocer las miradas y acciones de personas o colectivos en la apropiación subjetiva de los espacios y del mapa.

Te invitamos a recorrer esta cartografía haciendo click sobre los íconos de las ventanas en el mapa. Si recorres los íconos negros podrás observar las propuestas realizadas para la Convocatoria permanente La ventana como un lugar para crear. Si recorres  los íconos rojos podrás conocer las propuestas realizadas para la Convocatoria “Al otro lado de la ventana” Descubriendo desde afuera.

¿Cómo participar? 

Revisa nuestras convocatorias vigentes en la pestaña Convocatorias 

*Este proyecto de creación colaborativo es liderado por el Equipo de Publicaciones e investigación del Programa Crea de Idartes.

Diálogos desde la ventana nace con la intención de crear un escenario o cartografía virtual que se construye de manera permanente con intervenciones, acciones o piezas artísticas que usen la ventana como materia para propiciar un diálogo entre el espacio íntimo y el “exterior”, el vecino, el transeúnte y el paisaje. La iniciativa se origina en medio del confinamiento como una oportunidad para movilizar prácticas artísticas de artistas y no artistas, encontrando en la ventana, el lugar que daría vida a ese intersticio para la creación, como espacio de reflexión, pensamiento, expresión sensible, intercambio y apropiación. La cuarentena apareció como excusa para la emergencia de esta cartografía, sin embargo, es una apuesta que permanece y crece con sus participaciones.

Diálogos desde la ventana se manifiesta en una cartografía articulada al mapa de Google e intervenida con las acciones y piezas artísticas que llegan de cualquier lugar del mundo. Aquí, a los íconos que nos muestran restaurantes, aeropuertos, centro de salud o de comercio, se suman los marcadores de ventanas, que localizan el lugar y el barrio donde se realizó cada apuesta. El estrato del mapa digital es una representación de las características geográficas y geopolíticas de la manera en la que se divide el planeta en países, estados, ciudades y veredas. A esta representación a escala del mundo, las ventanas como escenario y metáfora, añaden otro elemento para dibujar y leer el territorio. Al igual que la microhistoria nos deja ver las eras a través de los acontecimientos de  la vida de sujetos particulares, las ventanas se abren  para reconocer las miradas y acciones de personas o colectivos en la apropiación subjetiva de los espacios y del mapa.

Te invitamos a recorrer esta cartografía haciendo click sobre los íconos de las ventanas en el mapa. Si recorres los íconos negros podrás observar las propuestas realizadas para la Convocatoria permanente La ventana como un lugar para crear. Si recorres  los íconos rojos podrás conocer las propuestas realizadas para la Convocatoria “Al otro lado de la ventana” Descubriendo desde afuera.

¿Cómo participar? 

Revisa nuestras convocatorias vigentes en la pestaña Convocatorias 

*Este proyecto de creación colaborativo es liderado por el Equipo de Publicaciones e investigación del Programa Crea de Idartes.

PARTICIPA

¿Quiénes pueden participar?

Cualquier persona nacional o extranjero, colectivos o grupos.

¿Solo puedo participar si estoy en Bogotá?

No, no importa el lugar donde te encuentres, siempre que cumplas con las condiciones de la cartografía Diálogos desde la ventana. 

¿En cuáles convocatorias puedo participar?

Puedes participar en todas las convocatorias que se encuentren activas 

¿Debo pertenecer a algún programa de Idartes o de la Alcaldía de Bogotá para participar?

No, cualquier ciudadano nacional o extranjero puede participar, siempre que cumpla las condiciones de la cartografía Diálogos desde la ventana. Todos los funcionarios de la Alcaldía de Bogotá también podrán hacerlo.

¿En cuál convocatoria participas?

Por favor selecciona una ubicación haciendo clic en cualquier parte del mapa.

MANIFIESTO

Diálogos desde la Ventana

El que vive en una casa debe tener derecho a asomarse a su ventana y a diseñar como le apetezca todo el trozo de muro exterior que pueda alcanzar con el brazo. Así será evidente para todo el mundo desde la lejanía que allí vive una persona.

Tu derecho a la ventana. Tu deber hacia el árbol. Friedensreich Hundertwasser

La ventana es un símbolo y una metáfora. Es el sujeto arquitectónico que le da permiso a la curiosidad, a la indiscreción, pero también a la entrada de la luz y del aire. Su estructura, casi siempre cuadrada o rectangular, es la retícula que define una manera de leer el mundo, enmarcando la mirada y el paisaje. Su delgadez es el intervalo obvio que separa el interior y el exterior, lo privado de lo público. Es un umbral tan familiar, tan cotidiano, que su funcionalidad dirigida a separar, pero también a conectar dos escenarios o espacios, ha permeado la imaginería de muchas épocas con la posibilidad de encontrar en la ventana la imagen del intersticio entre lo terrenal y lo espiritual; de cargar en su aparente simpleza las relaciones y expansiones que la mente humana ha encontrado para narrar algunos sentidos de su experiencia. 

Ahora, cuando nuestros cuerpos han sido confinados como resultado de una pandemia, el paisaje de la intimidad nos señala, con mayor nitidez, a la ventana; la funcionalidad de esa abertura en la pared que abre la oportunidad del diálogo: el que incita en nuestro interior el acto de “asomarnos” al mundo, o el que construimos al emplear su materia como una plataforma para pensar, relatar, crear o reclamar, como un acto político, ese elemento habitacional que todavía puede ser apropiado y transformado en la exploración de sus nuevas identidades.

El sentido de las ventanas es maleable, ellas pueden ser transformadas en escenarios o en pantallas que se abren a la audiencia de los transeúntes, de los vecinos, de quienes pasan rodando en un vehículo. 

Expandamos la función de su construcción geométrica hasta el terreno de la comunicación, de la puesta en escena de nuestras subjetividades a través de una acción política, artística.

La ventana es la interfaz que acerca la experiencia cotidiana y doméstica con la del espacio público, y ese vidrio, reja o espacio vacío es el lugar indicado para la construcción de una acción o intervención: una experiencia escénica, sonora, visual, musical, una proyección o una declamación.

Lancemos, a través de ella, invitaciones para el diálogo con el afuera, con el paisaje urbano o rural y sus habitantes. Tal vez en una de esas apuestas, se encuentre el hilo que teje a la comunidad o suenen las polifonías de la diferencia, del acercamiento al otro.

La arquitectura, traducida en elementos matéricos, en muros, techos y puertas, nos pide llevar el verbo “habitar” a un lugar donde se anuda con “intervenir”. Habitar también es intervenir, cargar el espacio donde vivo con la expresión de mi subjetividad en los pedazos que lo arman, en las ventanas, por ejemplo.

Una ventana se suma a una, a dos, a tres, a una hilera de ventanas diseminadas en el mapa, que van dejando, a paso lento, a paso rápido, una marca de la apropiación de las viviendas, del territorio, que en su crecimiento revelan una cartografía de intervenciones, una identidad alternativa del habitar.

La cartografía reúne un tendido de una visión colectiva, que se arma de los retazos de ventanas: expresión y acción de miradas individuales en su apuesta de tocar la arquitectura y el territorio sin la señalética de la producción o la utilidad. La cartografía nos cuenta una historia de los pueblos, las veredas, las ciudades y del mundo, pero en Diálogos desde la ventana, es una historia que va por los bordes de las grandes narrativas y zigzaguea en los marcos de los muros encontrando las prácticas artísticas de cualquiera, de quien se comprenda como ser humano.

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