Promueve la exploración sonora a través de la escucha consciente, la improvisación y el juego, integrando la voz, el cuerpo y la práctica instrumental. Su formación abarca desde las músicas tradicionales colombianas hasta sonidos internacionales, fomentando procesos colectivos que vinculan el contexto, la memoria y la creación interdisciplinaria para una experiencia musical integral.