En el Crea Fontanar del Río, un zoológico muy especial cobraba vida. Sobre las mesas, un león con una melena que parecía un sol radiante, un zorro rosado con manchas […]
Por Margareth Sánchez Melo
23 octubre, 2024
Con más de 7 mil asistentes en cinco días de actividades, se clausuró este evento organizado por el Instituto Distrital de las Artes – Idartes.
La Bienal Internacional de Artes para la Infancia culminó el pasado sábado 19 de octubre consolidándose como un referente en la promoción de los derechos culturales de la infancia.
Con la participación de 11 invitados internacionales y 3 nacionales, el evento ofreció más de 50 actividades diseñadas para repensar el papel de las artes en el desarrollo integral de niñas y niños.
Uno de los ejes centrales de la bienal fue su robusto componente académico, que se desarrolló en la Universidad Jorge Tadeo Lozano entre el 15 y el 19 de octubre. Durante estos días, expertos en artes para la infancia ofrecieron ponencias y talleres teórico-prácticos bajo cuatro ejes conceptuales: artes y formación, inclusión de niñas y niños con discapacidad, mediación y participación, y experiencias significativas de formación artística.
Las ponencias congregaron a más de 400 personas entre artistas, educadores, gestores culturales y público académico, y se destacaron las intervenciones de Gandhy Piorski, quien exploró el universo simbólico de los niños a través de las artes visuales; y Alex McCabe (Escocia), quien abordó la inclusión de niños con discapacidad en procesos creativos.
Además del éxito académico, la bienal ofreció una amplia programación artística que impactó directamente a la niñez bogotana. En escenarios como la Cinemateca de Bogotá, el Teatro El Parque, el Fondo de Cultura Económica y el Museo Nacional, las niñas y los niños participaron en obras de teatro, exposiciones interactivas y proyecciones audiovisuales diseñadas especialmente para ellos.
Entre las obras más aclamadas estuvo Brinquedorias, del grupo brasileño Serelepe, que, con juegos musicales tradicionales, llegó a cientos de niñas y niños en el Teatro El Parque. Además, la agrupación chilena Los Fi presentó su aclamada obra Chau, adiós chatarra elctrónica, una creación que utiliza teatro de objetos y técnicas visuales para abordar de manera lúdica temas como el consumo desmedido y el impacto ambiental. La puesta en escena, cargada de humor e ingenio, cautivó tanto a los niños como a los adultos.
La exposición plástica Ecos espaciales de las infancias, que se instaló en el Fondo de Cultura Económica, ofreció una experiencia inmersiva y multisensorial en la que los niños interactuaron con obras especialmente creadas para estimular su imaginación y percepción espacial. En paralelo, la Cinemateca de Bogotá proyectó obras audiovisuales producidas por niños del Programa Crea, quienes presentaron cortometrajes fruto de su proceso formativo, seguidos por una animada discusión con los realizadores.
“La Bienal Internacional de Artes para la Infancia de Bogotá concluyó, pero lejos de ser un final, es un paso más en el camino para seguir fortaleciendo estrategias y programas que permitan a niños y niñas expresarse y afianzar sus identidades a través de los lenguajes del arte, así como construir entornos de cuidado, algo que hemos aprendido durante estos encuentros. Este evento también estableció importantes vínculos internacionales entre ponentes, artistas y creadores que generaron intercambios, colaboraciones y nuevos proyectos para las infancias y las artes, de los que seguramente oiremos en futuras ediciones”, afirmó María Claudia Parias, directora del Instituto Distrital de las Artes – Idartes.
Con la culminación de la Bienal, Bogotá reafirma su posición como un espacio clave para el fortalecimiento de las artes y los derechos culturales de la infancia. Este evento no solo visibilizó la importancia del arte en el desarrollo integral de los niños y las niñas, sino que también generó oportunidades de diálogo y reflexión entre actores locales e internacionales. El balance de esta edición confirma la relevancia de seguir apostando por iniciativas que promuevan el acceso de la infancia a la vida cultural de la ciudad, todo ello enmarcado dentro del programa Bogotá Camina Segura.