MAESTRO, DOCENTE, PROFE, TEACHER, ARTISTA FORMADOR…!
Paciencia, dedicación, disciplina, escucha, constancia, asertividad…
Son semillas que germinan en el alma de quien enseña.
Ser maestro es andar un sendero donde cada paso deja una huella,
aunque a veces el viento apurado de la vida parezca borrarla.
Y sin embargo, ocurre el milagro:
una sonrisa que brota,
un corazón que se ensancha de alegría,
unos ojos que brillan al saber
que uno de nuestros estudiantes, aprendices, amigos de aula,
ha conquistado un logro propio,
guiado por el sentir y el saber que le fue entregado con amor.
Con mucho amor y aprecio celebramos con nuestros artistas formadores su día y agradecemos por todos los aprendizajes compartidos y por seguir constantes en esta hermosa labor construir mundos posibles.

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