Nuestros Crea

HOY ES EL DÍA DE LA NIIÑEZ!!!

CELECREMOS JUNTOS ESTE DÍA ESPECIAL EN EL CREA MANITAS



Esta fecha no es un día cualquiera, por eso quisimos hacer algo verdaderamente significativo. Junto a los niños y niñas del Colegio La Arabia, vivimos una jornada inolvidable, llena de alegría, sorpresas y muchísima diversión.

Desde el primer momento, las risas y la emoción se hicieron presentes. A través del juego, el baile y diversas actividades lúdicas, compartimos una experiencia enriquecedora donde cada niño y niña pudo expresarse libremente y disfrutar en compañía de sus amigos y compañeros. Fue también la ocasión perfecta para poner en práctica muchas de las habilidades que hemos venido desarrollando juntos en nuestros talleres de formación artística.

Este tipo de encuentros refuerzan los lazos de amistad, fomentan la cooperación y estimulan la creatividad. Más allá de la celebración, son espacios que promueven el bienestar emocional y el crecimiento integral de nuestros niños y niñas. Porque cuando ellos son felices, crecen en entornos más saludables, con mayores oportunidades para soñar, aprender y construir un futuro mejor.




Durante la jornada de este día, nos embarcamos en un ejercicio profundamente reflexivo y significativo. Conversamos sobre cómo recordamos a nuestro “yo” del pasado, cómo nos vemos a nosotros mismos en el presente y cómo imaginamos y proyectamos nuestro futuro. Fue un momento para detenernos, mirar hacia adentro y conectar con nuestra historia personal.

Niños, niñas, profes y todo el equipo del Crea Manitas participaron activamente, compartiendo pensamientos sinceros y emotivos. Nos preguntamos: ¿qué le diríamos hoy a nuestro yo de 10 o 13 años? ¿Qué palabras de aliento, consejo o cariño le daríamos a ese niño o niña que fuimos? Reflexionamos también sobre los recuerdos que vale la pena conservar a esta edad: los momentos vividos en nuestros barrios, en nuestras casas, con nuestras familias, y cómo ha sido la experiencia de crecer y vivir en Bogotá.

Este ejercicio no solo nos permitió conocernos mejor, sino también valorar nuestras raíces, reconocer lo que hemos aprendido y soñar con lo que está por venir. Fue un espacio donde la memoria, la identidad y el afecto se entrelazaron, reafirmando que cada historia personal es única y valiosa.


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