¿Quién diría que la champeta y el rock podrían encontrarse?

“Si fuéramos capaces de unirnos, que hermoso y cercano sería el futuro” Ché Guevara

Así se vivió uno de nuestros encuentros pedagógicos, en el marco de “Ecosistemas 3”, una excusa para vivir la formación artística desde el proceso de planear, encontrar los ingredientes y cocinar algo delicioso que nutra el alma, satisfaga el pensamiento y permita el disfrute de la creación. Es así, como desde la analogía de la cocina se encontraron en el Crea La Granja, el colectivo de Rock a cargo del artista formador David Guio y el de música del caribe a cargo de la artista formadora Natalia Muñoz, dos grupos de la línea Impulso colectivo. Veinte jóvenes tuvieron su cita en una sesión de 2 horas para “cocinar algo” a partir de ingredientes como los conocimientos que cada uno traía, las habilidades servidas a la mesa, el compromiso colectivo, la disciplina en remojo y el interés de siempre; todo esto unido a la fusión de sabores y sonidos propios de las guitarras eléctricas, los bajos, la batería y el piano. Juntos descubrieron en la elaboración de este plato “rock champetudo” o “champeta rockera” (como lo denominó Natalia), que los géneros musicales por más diversos que sean, se encuentran en sus raíces, en sus acordes, en la armonía, que el arte siempre será una buena excusa para vivir nuevas experiencias, que los intereses no son inamovibles porque siempre podrán modificarse, generando nuevas formas de crear, de sentir y de escucharse.

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