¡Feliz día del teatro!

Soñar despierto y despertar soñando.

Mirar un espejo y observar mil rostros, crear mundos inimaginables, crear ilusiones que a la postre se hacen realidad.

Ser feliz y felices, hacerles sonreír, reír y llorar, gritar, amar y olvidar. Pausar, seguir, respirar profundo, continuar, mirar a un lado y luego al otro, mirar la penumbra, construir penumbra, construir el calor y el frío, construir en colectivo.

Enseñar, educar, dejar huella en el horizonte, compartir memoria. Recordar, representar y presentar. Vivir en el filo de la ilusión y la realidad… Pausa. Recrear.

Imitar. Cara triste, cara sonriente, rostros sin rostros. Cuerpos grandes y pequeños, cuerpos sin cuerpos, cuerpos lentos, rápidos y estáticos, movimientos inmóviles. Sensaciones, emociones, olores, colores… Enunciaciones.

Vivir en el teatro, con el teatro y por el teatro.

¿Y si el teatro no existiera?

Si el bendito teatro no existiera no existiría la vida, la humanidad desaparecería, el acto comunicativo… NO PAUSA, NO COMUNICACIÓN, NO ENTENDIMIENTO.

Si el bendito teatro no existiera, la historia no sería historia, la poesía no tendría ninguna razón de ser, la filantropía perdería su objetivo de forjar mundos mejores

La ciencia no podría estudiar la vida de los seres (Léase muy lento y con voz muy grave) – más dramáticos de este mundo-, la ciencia estaría solita y muy aburrida. La educación estaría estática, la educación no sería educativa, las formas de vernos y aprendernos perderían la esencia de la sorpresa.

Si el bendito teatro no existiera, estas palabras no tendrían ningún sentido.

Desde el Crea entre nubes, desde el programa Crea, desde lo más alto de Bogotá, desde donde los sueños vuelan y aterrizan en el corazón de cada habitante del distrito, desde este pedacito de teatro, deseamos un maravilloso y feliz día del teatro.

Comparte este contenido